Cuando se sancionó la aún vigente –y vapuleada– Ley de Educación Superior, allá por 1995, las universidades nacionales lograron que se las incorpore al texto de la norma como “consultoras privilegiadas” del Estado.
Cuando se sancionó la aún vigente –y vapuleada– Ley de Educación Superior, allá por 1995, las universidades nacionales lograron que se las incorpore al texto de la norma como “consultoras privilegiadas” del Estado.
Esto significaba que frente a la realización de una obra pública o frente a la implementación de políticas de Estado, las casas de estudios iban a estar en la primera fila para obtener el trabajo, ya sea como asesoras o como autoras del proyecto.
Contenido extraido de: http://ift.tt/1C4y2pP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario