“Señor presidente: si alguna vez la noble emoción y el fuego sagrado se adueñan del corazón del hombre, es seguramente cuando actúan en defensa de la libertad y del derecho de los otros. Y me atrevo a sostener que, desde la organización constitucional argentina hasta nuestros días, nunca se ha encarado una defensa más efectiva de derechos y libertades que cuando se propugnó, desde la calle y desde el Parlamento, el voto femenino universal…”.
Manuel Graña Etcheverry fue uno de los impulsores del voto femenino en la Argentina, cuando era diputado nacional en 1947. Hoy, a los 98 años, vive en Deán Funes, rodeado de amigos y con la memoria intacta. Tanto, que sigue escribiendo y estudiando.
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