Ciudad Equis Rogelio Demarchi La autoficción se expande a un ritmo vertiginoso y, por suerte, basada en proyectos muy interesantes. Es el caso de Todos éramos hijos , de María Rosa Lojo, que vuelve sobre los convulsionados años ’70, recostándose sobre esa zona donde la novela se roza con la memoria y el ensayo. En “Todos éramos hijos”, María Rosa Lojo propone una autoficción ambientada en la década de 1970.
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