Ciudad Equis José Playo Si entrabas a la casa de Luis Paredes en 2004, lo primero que te llamaba la atención era la distribución de las habitaciones; parecía que un arquitecto loco se había emborrachado antes de dibujar los planos. Un ejemplo: una habitación dentro de otra habitación. O sea, franqueabas la puerta de un dormitorio y adentro había otro, separado de la primera pared por un metro. Luis Paredes dibuja personajes tiernos sobre cualquier superficie. Grandes y chicos disfrutan de su obra y ponderan sus trabajos sobre muros de hospitales, jardines de infantes y vía pública. Acaba de lanzar un nuevo libro con preventa en redes sociales, donde tiene miles de seguidores. Historia de una obra que no para de crecer.
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