Entre los mejores recuerdos, se encuentran sin dudas aquellos que se remiten a las rutinas cotidianas de la infancia.
Entre los mejores recuerdos, se encuentran sin dudas aquellos que se remiten a las rutinas cotidianas de la infancia. En ese contexto, la merienda de la tarde era la ceremonia infantil que más me gustaba.
Tal vez porque significaba el reencuentro con mis hermanos después de la escuela, o a lo mejor porque en forma frecuente se disfrutaba con amiguitos o vecinos de la cuadra, ese momento de las tardes daba un sabor especial a las cosas compartidas.
Contenido extraido de: http://ift.tt/1znpoTJ
No hay comentarios.:
Publicar un comentario