La nieta de Deodoro Roca, María Cristina “Kiki” Roca, fue noticia a mediados de la década de 1990, cuando las tapas de los diarios empezaron a convertir en titulares el trabajo que hizo en la vía pública junto a Alicia Rodríguez, Marivé Paredes y Bibiana Oviedo. Fueron 11 cachetazos artísticos al poder de turno, 11 dedazos en la cara de la impunidad que quedaron grabados a fuego en la memoria de los cordobeses.
Aquellos retruques desde la vereda del arte caricaturizaban una delicada situación político-social, denunciaban y, lo más importante, hacían reflexionar.
María Cristina “Kiki” Roca es artista plástica y su nombre cobró relevancia con sus intervenciones urbanas en la década de 1990. Hoy, después de muchos años de docencia, vuelve al ruedo con la obra “Qué difícil evitar las caricias en el pelo”, en La Cúpula.
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