viernes, 31 de octubre de 2014

Bruno Díaz, profesor desastre

Flavio Lopresti

Todos quisimos ser Rimbaud, y no pudimos. Lo dijo Aira alguna vez, y todos lo leímos, aunque imaginamos que íbamos a tener mecanismos para controlar nuestra lenta resignación frente al hecho de que no íbamos a revolucionar la historia de la literatura a los 19 años ni a vivir la experiencia pura en un trip definitivo. Pero nada nos previno de lo que significaría dejar el sueño del poeta maldito para transformarse en profesor de secundaria.

En la sección "Yo escribo mucho peor", de Ciudad X, esta semana Flavio Lopresti hace foco en su tarea docente.



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