Trabajadores de la imprenta Donnelley denunciaron esta mañana que la empresa no acató la conciliación obligatoria dispuesta ayer por el gobierno bonaerense ante el cierre sorpresivo e ingresaron a la fábrica ubicada en la localidad de Garín “para poder producir y cuidar los 400 puestos”.
El delegado Jorge Medina indicó a Télam que “la empresa no se hizo presente y no acató la conciliación obligatoria” por lo que el Ministerio de Trabajo bonaerense labró un acta “para constatar que una de las partes no cumplió” con lo acordado.
Los empleados ingresaron a la fábrica ubicada en la localidad de Garín “para poder producir y cuidar los 400 puestos”.
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